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The Giving Pledge

LA PROMESA DE LOS MÁS RICOS DE SALVAR EL MUNDO

Enlace: https://www.givingpledge.org/

«The Giving Pledge is a promise by the world’s wealthiest philanthropists to give the majority of their wealth to charitable causes in their lifetime or wills»

– The Giving Pledge

¿Quiénes son Bill Gates y Warren Buffett?

Bill Gates es cofundador de Microsoft y, tras su etapa en la empresa tecnológica, se ha dedicado a la filantropía a través de su fundación privada Bill & Melinda Gates Foundation (https://www.gatesfoundation.org/) enfocada en salud global, educación y desarrollo social. Warren Buffett, conocido como el “Oráculo de Omaha”, es un inversor legendario y presidente de Berkshire Hathaway. A lo largo de su vida acumuló una enorme fortuna, y también se ha comprometido con la filantropía.

Ambos, aunque vienen de mundos distintos, coincidieron en que con gran riqueza viene una responsabilidad social, y decidieron impulsar una idea ambiciosa: que los más ricos contribuyan de forma significativa al bienestar global.

Origen de la idea y en qué consiste The Giving Pledge

La iniciativa The Giving Pledge fue oficialmente anunciada en junio de 2010 por Bill Gates, su entonces esposa Melinda French Gates, y Warren Buffett.

El objetivo era invitar a los multimillonarios y familias acaudaladas a comprometerse públicamente a donar al menos la mitad de su patrimonio neto a causas benéficas, bien a lo largo de su vida, bien a través de su testamento.

No se trata de un contrato legalmente vinculante, sino de una promesa moral y pública. Cada firmante redacta una carta personal explicando por qué decide donar.

En las propias palabras de los fundadores, la idea busca que la generosidad deje de ser algo puntual o simbólico, y que donar se transforme en una parte esencial de la vida de quienes tienen grandes fortunas. Por ejemplo, se ha señalado que muchos firmantes canalizan sus donaciones a través de fundaciones privadas o vehículos similares, reflejando una intención de estructurar la filantropía de forma organizada.

Evolución desde su inicio hasta hoy

En agosto de 2010, apenas unos meses después del anuncio, ya 40 multimillonarios estadounidenses se habían comprometido, con un patrimonio neto combinado de aproximadamente 125.000 millones de dólares.

En abril de 2011 la cifra subió a 69 comprometidos; y en los años siguientes más personas y familias de distintos países se sumaron.

Según datos recientes (2025), The Giving Pledge cuenta con 256 individuos, parejas o familias firmantes en todo el mundo.

A lo largo de estos años se ha convertido en una campaña global, con signatarios de diversos países, y ha inspirado otras iniciativas filantrópicas similares.

La idea era que el compromiso de donar fuera algo público, que incentivara la cultura de la generosidad entre los más adinerados, y que esa riqueza se destinara a educación, salud, alivio de pobreza, desarrollo social, entre otras causas.

Polémicas, críticas y desafíos

Pese al entusiasmo inicial, la iniciativa ha generado críticas importantes. Algunas de las principales controversias son:

  • Que la promesa no es legalmente vinculante: no hay obligación real, control independiente ni sanción si el firmante no dona lo prometido. Eso ha generado dudas sobre cuán serio puede ser ese compromiso.
  • Que muchas donaciones se canalizan a través de fundaciones privadas o fondos asesorados por donantes (“donor‑advised funds”), lo que permite que los donantes mantengan un control considerable sobre el uso del dinero. Este mecanismo ofrece ventajas fiscales, pero también redunda en falta de transparencia sobre el destino real de los fondos.
  • Que la acumulación de riqueza de muchos firmantes ha seguido creciendo tras la firma, lo que en algunos casos hace prácticamente imposible que donar “la mitad” del patrimonio se cumpla con facilidad — la velocidad de crecimiento de capital supera la de las donaciones.
  • Según un informe reciente, después de 15 años sólo 9 de los 256 firmantes del Pledge han cumplido realmente con donar la mitad de su fortuna.
  • Críticos argumentan que la iniciativa depende demasiado del voluntarismo individual, en lugar de promover cambios estructurales — como impuestos progresivos o políticas públicas — que garanticen redistribución real de riqueza.

En suma: aunque la campaña ha generado conciencia y ha movilizado donaciones enormes, muchos cuestionan su eficacia real como mecanismo de redistribución de riqueza y su capacidad para generar un cambio social profundo y estructural.


Conclusión

The Giving Pledge representa una de las apuestas filantrópicas más ambiciosas de comienzos de siglo: un llamamiento a la élite mundial para que comprometa buena parte de su fortuna con el bien común. Detrás están figuras como Bill Gates y Warren Buffett, con credenciales firmes tanto en negocios como filantropía. Con el paso del tiempo la iniciativa ha crecido, sumando cientos de signatarios de todo el mundo.

Sin embargo, el paso de los años ha expuesto las limitaciones del compromiso: su carácter voluntario y no vinculante, la vía de fundaciones privadas para canalizar las donaciones, la falta de transparencia y el hecho de que muchas fortunas siguen aumentando, lo que complica cumplir la promesa “de donar la mitad”. Las críticas no se centran sólo en intenciones, sino en resultados.

The Giving Pledge, en consecuencia, sigue siendo un símbolo de generosidad, pero también un buen ejemplo de cómo la filantropía voluntaria, por poderosa que sea, tiene límites.

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